Por MARTHA RÍOS | Corresponsal Eje Cafetero
Ya no estamos ad portas de la llegada del coronavirus, ya está aquí. Notamos como las personas se intranquilizan, hasta hay quienes anuncian el fin del mundo, el caos y desafortunadamente el contagio no es sólo físico, la histeria ante tal situación lo convierten en un monstruo de tal magnitud que el sólo hecho de saber su existencia pareciera que ya está acabando con la nuestra.
La alarma no es poca, ya resuena en todo el planeta, pero si nos dedicáramos a enterarnos de otras situaciones iguales o peores a éste virus, sabríamos que existen problemas de fondo y forma que también intervienen en la salud, bienestar y la propia vida de los seres vivos.
No es que pasemos de “agache” y no le demos la importancia a éste virus, pues la mayoría hemos buscado en los diferentes medios la manera de prevenirlo, pero me parece más un sofisma de distracción que el asunto en sí.
¿Dónde quedan las muertes de los niños por desnutrición? ¿Los asesinatos en manos de las tales “barras bravas” a las personas de cualquier edad? Atracos, feminicidios, problemas de drogas, los irresponsables al volante, suicidios, el desespero del desempleo, la pésima salud, las quemas, las fumigaciones, mal trato animal y muchos etc…etc…etc.
Según la Unicef cada día mueren 488 niños víctimas de la violencia en el mundo, en Siria al menos 32 niños han muerto de frío en un campo de refugiados. En México en el año 2.013 murieron 2.478 niños menores de 20 años en accidentes de tránsito.
Ante la fijación solamente por el coronavirus lo demás queda en un triste “receso” mientras tal vez nuestro ADN sea cambiado por la impuesta vacuna contra el virus creado, ya saben aquello del orden mundial. En manos de algunas familias, la manera de esclavizarnos.
Y podría seguir, pero esto también hace parte de los problemas de la población de la tierra y obviamente Colombia no es ajena a nada de ello. Nos queda entonces cuidarnos, no sólo del coronavirus, hay virus más malos aún existentes hace rato y que yo sepa nadie se muere la víspera. Y como buena colombiana le digo al coronavirus que le esperan el acetaminofén, el agua de panela caliente con limón y el buen lavado de manos.
