Por LAURA MONROY | Corresponsal Bogotá
En los últimos años se ha evidenciado la oferta de emprendimientos enfocados en moda sostenible, como una apuesta amigable con el planeta y que además permite el crecimiento de la economía local. Para generar un real impacto de esta onda sostenible, los consumidores somos la pieza clave.
Durante años el mundo capitalista nos ha creado una presión de consumo, donde el cliente-consumidor necesita novedades constantes, esto conlleva a que productos lanzados unas semanas atrás, sean marcados como “pasados de moda”, sumado a los materiales de baja calidad o fibras sintéticas, que usan las grandes industrias que acortan la vida útil a las prendas y producen microfibras dañinas que amenazan nuestro ecosistema. Ésta tendencia se llama Fast Fashion y es la responsable de que la industria textil sea considerada el segundo mayor contaminante del planeta, pero la idea no es satanizar esta tendencia, sino crear interrogantes sobre nuestra forma de consumo y aumentar el interés por vestirnos con nuestro propio estilo de forma responsable.
La moda local-sostenible a primera vista tiende a ser mucho más costosa, pero si analizamos el proceso de producción nos daremos cuenta que no es inalcanzable y que estaremos aportando compromiso social y ambiental. Estos negocios locales tienen procesos de producción a menor escala (no lanzan al mercado millones de unidades), usan materiales orgánicos y crean materias primas con objetos reciclados, como botellas plásticas, mitigando así el impacto ambiental; sus materias primas contribuyen a que la calidad de la prenda sea mayor y con mejor duración, además respeta los derechos laborales de los trabajadores que hacen parte del proceso de producción. Recordemos que detrás de la industria Fast Fashion hay personas trabajando en condiciones de “esclavitud”.
Un claro ejemplo de moda local-sostenible es el proyecto Bohio Playa, creado por Daniel, un emprendedor paisa que quiere generar un cambio bajo el lema hecho a la abuelita, con el cual está educando al consumidor, mostrando que el Slow Fashion es una alternativa que ofrece exclusividad, calidad, conciencia ambiental y que motiva a apostarle a proyectos que empiezan en un círculo social pequeño y poco a poco van creciendo. A la fecha Bohio Playa se ha caracterizado por su esencia inspirada en la cultura caribe, moviendo fibras no solo a sus clientes sino de figuras como Juan Pablo Vega, Juanes, Carlos Vives, entre otros.
Así que no hay excusa para intentar cambiar nuestros hábitos de consumo, ya que hoy en día hay variedad de emprendimientos, no solo Bohio Playa, también están Biónica, Sixxta, True, La Bloom, Parchita Paciflora, Juliana Sanchez, Urban Rock, Manifiesta, The Mow Store, que le están apostando a la moda local-sostenible.
