Por ANDREA ÁVILA | Corresponsal Caribe
¿Quién no ha sufrido en algún momento de ofensas, criticas destructivas, burlas o ataques en su trabajo?, el acoso laboral o “Mobbing” es más común en nuestros días de lo que se puede dimensionar y en muchas ocasiones pasa desapercibido en el entorno afectado, bien sea por temas de idiosincrasia, costumbre, entre otros.
El término Mobbing (acosar, hostigar, acorralar en grupo), es tanto la acción de un hostigador u hostigadores conducente a producir miedo o terror en el trabajador afectado hacia su lugar de trabajo, como el efecto o la enfermedad que produce en el trabajador.
El profesor de alemán, Heinz Leymann – doctor en Psicología del Trabajo y profesor de la Universidad de Estocolmo -, fue el primero en definir este término durante un Congreso sobre Higiene y Seguridad en el Trabajo en el año 1990:
“Situación en la que una persona ejerce una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente y durante un tiempo prolongado sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, dañar su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo”.
Este tipo de acoso es frecuentemente confundido con el bullying o acoso escolar pero, es necesario aclarar que son completamente diferentes, toda vez que este último se centra en la violencia física sobre la victima, mientras que el primero es de índole psicológico, buscando no dejar rastro ni huella, lo anterior con el fin de no generar motivos para ser acusado, el enfoque del mobbed (persona que lo realiza) es generar a largo plazo problemas emocionales, perturbación, angustias, incomodidad, con el fin de que la persona abandone el lugar de trabajo.
A continuación, algunas de las modalidades de Mobbing más frecuentes:
- Coaccionar de forma reiterada a la víctima.
- Evitar que se exprese libremente.
- Asignarle trabajo en exceso.
- Modificar sus funciones o responsabilidades de forma deliberada.
- Comportarse de forma indiferente con el trabajador.
- Criticar de forma destructiva el trabajo que la persona realiza, con el fin de opacar el desarrollo de sus funciones y generar frustración frente a su crecimiento profesional.
- Manipular información importante relacionada con su trabajo, buscando con esto crearle un perjuicio al trabajador y acusarlo de falla profesional o negligencia.
- Difamar a la victima, extendiendo o creando rumores maliciosos que perjudican su reputación y profesionalismo.
- No destacar sus logros, metas cumplidas y objetivos alcanzados dentro de su puesto de trabajo.
- Interceptar sus correos electrónicos, número de teléfono personal, documentos, cajones, oficina, correspondencia, invadiendo de forma deliberada su privacidad.
- Incentivar a otros compañeros a participar de cualquier tipo de abuso, relacionado con las conductas mencionadas anteriormente, para fomentar el mobbing en el entorno determinado y que este sea visto como algo natural.
El Mobbing genera consecuencias psicológicas y laborales de consideración, entre las que encontramos desvaloración personal, disminución de la autoestima, somatización del conflicto el cual se ve reflejado en enfermedades físicas, ansiedad, estrés, insomnio, inseguridad, torpeza, conflictos laborales y familiares, disminución del rendimiento laboral, estigmatización social y la peor de ellas el suicidio.
Se ha comprobado mediante estudios, que el Mobbing persiste incluso en tiempo posterior a la salida de la victima de la empresa, muchas veces con malas recomendaciones o referencias negativas hacia futuros empleadores, imposibilitando la empleabilidad externa de la persona afectado, a esto se le conoce como “re-mobbing”, según expertos la recuperación total y definitiva de la victima puede tardar años y en las situaciones más extremas, no se recupera nunca la capacidad laboral y/o de trabajo.
Es necesario generar conciencia dentro de los entornos laborales acerca de esta enfermedad, educar y fomentar el respeto por el otro, enfatizando que no debe ser considerado normal, una burla, una critica destructiva, una broma u ofensa hacia algún compañero de trabajo y que esto, más allá de un entretenimiento y/o motivo de diversión, si no se detiene a tiempo puede desencadenar consecuencias psicológicas irreparables.
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