Desde nuestros antepasados y en todas las culturas, medir el tiempo ha sido una preocupación. El reloj de pulsera vino después del de bolsillo y en 1812 apareció como una novedad exclusiva.
Fue un piloto brasileño Alberto Santos Dumont, quién le solicitó a su amigo parisino, Louis Cartier, que le diseñara uno por eso Cartier Santos es el modelo por excelencia. Más adelante Rolex desarrollo el primer reloj automático, que tuvo su época dorada en la época de los 50 y 60. Aunque las mujeres lo hayan llevado a la par es considerado el accesorio masculino por excelencia.
El reloj es un detector inmediato de estilo; los narcotraficantes son famosos por sus grandes colecciones de relojes como símbolo de poder. Por eso un hombre con estilo no debe tener más de tres: uno para las galas, uno para la oficina y otro para la vida deportiva son suficientes.
Muchos piensan que es el accesorio más importante en el vestuario masculino, y es verdad. Como había mencionado antes, no deben ser más de tres; tener una colección de ellos raya en el mal gusto porque es un sello personal. Estos son mis recomendaciones.
• El Rolex oyster (James Bond), lanzado en 1953.
• El Omega speedmaster (El primero en llegar ala luna)
• El Cartier Santos, desde 1904, el clásico de los clásicos.
• El Tag Heuer (el primero resistente al agua).
Para la oficina lleve un reloj delgado, discreto, de correa metálica o de piel; para el fin de semana use uno más llamativo.
Si no es de los que puede darse semejante lujo, opte por uno vintage, que puede conseguir en las prederías; realice esta compra con alguien confiable, piense que en este caso la marca sí es una garantía de calidad. Si es un reloj costoso, exija los documentos, el pedigrí en este accesorio es definitivo. Recuerde que con esta prenda está pagando exclusividad.
